¿Has escuchado que es posible aprender idiomas en dos meses? Hoy llegamos a develar los principales mitos de aprender idiomas, para que veas lo fácil que es.

¿Te pasó alguna vez que escuchaste la historia de algún políglota capaz de hablar más de cien idiomas a la perfección? ¿O de personas que lograron aprender alemán en cuestión de horas? 

El aprendizaje de idiomas está lleno de mitos, y si bien sí existen casos excepcionales, es muy probable que la mayoría de cosas que hayas escuchado o leído por ahí no sean tan ciertas como crees.

Por eso, hoy en Poliglota llegamos a derrumbar mitos, abrir barreras y demostrarle a la humanidad la verdad detrás del aprendizaje de idiomas


8 mitos sobre aprender idiomas que debes derribar

Chico aprendiendo idiomas


1. Puedes aprender en dos meses


Si andas en busca de un instituto de idiomas y llegas al sitio web de uno que promete que con su plan intensivo aprenderás a comunicarte sin problemas en dos meses, entonces huye.

A menos que tengan un chip con el que puedas aprender el idioma instantáneamente, la verdad es que para llegar al nivel B2 de inglés, italiano, alemán, francés y portugués se requieren aproximadamente dos horas de estudio diarias durante un año. 

El nivel B2 asegura una comunicación fluida y la posibilidad de mantener conversaciones con hablantes nativos sin problemas, pero, a menos que exista un programa intensivo de 12 horas diarias, es muy difícil lograrlo en dos meses, así que mucho ojo. 

2. Los profesores nativos son mejores


Puede que este punto sea polémico ya que también depende de las preferencias de cada alumno, pero la verdad es que puedes aprender idiomas igual de bien con un profesor nativo como con uno de tu propio país. 

Esto debido a que las carreras de traducción e interpretación se aseguran de que los profesores de idiomas lleguen al nivel C2 del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, que es equivalente a tener un manejo nativo del idioma.

Es decir, si tu profesor no es nativo pero está certificado con este nivel, entonces es prácticamente un nativo lingüístico y podrá enseñarte el idioma como uno. 

 

3. Necesitas tener talento o “buen oído” para aprender

Como siempre decimos en Poliglota, el problema no eres tú, es tu método de aprendizaje. 

¿Tuviste alguna vez un profesor que logró captar tu atención en la escuela y su materia terminó siendo tu favorita?

¿Tuviste alguno que encontrabas aburridísimo y no entendías nada de lo que decía? 

Probablemente te iba mejor con tu profesor favorito, ya que su método de enseñanza logró conectar con tu forma de aprender. 

Pues lo mismo ocurre con los idiomas, solo debes encontrar el lugar y el método adecuados. Quizá tome un tiempo, pero, finalmente, la excusa de “tengo mal oído” o “no se me da” ya pasó de moda al momento de aprender un nuevo idioma. 

4. Una vez que aprendes no necesitas practicar 


Los idiomas, así como muchas otras habilidades, necesitan de práctica constante, ya que si no pueden “oxidarse” con el tiempo y puedes pasar de haber hablado como la misma Reina Isabel II a hablar directamente como Tarzán. 

Por eso, es importante conversar en ese idioma, leer libros, ver películas o escuchar música constantemente, ya que de lo contrario notarás la falta de práctica.

Así que no entres en pánico, ya que pronto te darás cuenta de cómo te acostumbras nuevamente al idioma y notarás que siempre estuvo en tu disco duro


5. Necesitas libros académicos para aprender


No, no necesitas tener la colección completa de libros de Cambridge para aprender inglés, o comprar todos los libros de gramática alemana que encuentres para dominar el alemán. 

Es más, es posible aprender idiomas sin libros, pero las editoriales no quieren que lo sepas. 

Aunque sí es cierto que pueden ser muy útiles para ejercitar, ver ejemplos y encontrar resúmenes de información que sea fácil de olvidar. 

Pero existen varios métodos de enseñanza que ni siquiera usan libros y se enfocan más en actividades prácticas o de conversación, para que logres internalizar la información con mayor naturalidad. Todo depende de cómo prefieras aprender. 

6. Tienes que memorizar listas de vocabulario


Cuando se estudia en profundidad la gramática de una lengua, esta se divide en 4 áreas de estudio, la semántica, la sintaxis, la fonética y la morfología.

Al aprender un idioma las más importantes son las 3 primeras, que corresponden, de manera simplificada, a vocabulario, estructuras gramaticales y pronunciación. 

Por lo tanto, memorizar incansablemente palabras nuevas no significa aprender realmente el idioma, ya que también es necesario entender cómo se relacionan con otras palabras, cómo se usan y cómo se pronuncian.


7. No necesitas aprender si tienes el traductor


El traductor puede ayudarte a descubrir nuevo vocabulario, a confirmar algunas dudas y revisar la pronunciación de algunas palabras. 

Sin embargo, los traductores en línea no se adaptan al contexto en que las oraciones son dichas, por lo que muchas veces pueden mostrar traducciones incorrectas.

Es por esto que la mejor forma de usar el traductor es teniendo un conocimiento previo del idioma, con el que podrás notar estas diferencias y usar el traductor solo en caso de emergencia. 

Y por mucho que hayan mejorado las plataformas de traducción en línea, sigue siendo mejor aprender el idioma antes de usarlas y no usarlas antes de aprender. 

8. Estudiar gramática no sirve


La verdad es que estudiar gramática no te llevará a hablar el idioma en la vida real. Pero sí te llevará a entender cómo funciona, junto con la estructura interna de las oraciones.

No obstante, además de la gramática, los lingüistas también estudian la llamada pragmática, que se enfoca en el uso del lenguaje en contextos reales, tomando en cuenta elementos extralingüísticos, como los hablantes o su conocimiento del mundo. 

En otras palabras, más que estudiar gramática y memorizar reglas gramaticales al pie de la letra, al aprender un idioma es importante comprender su estructura interna sin dejar de lado su uso en la vida cotidiana y su propósito comunicativo. 

En conclusión, sí sirve estudiar gramática, pero no es lo único que recomendamos estudiar al momento de aprender idiomas. 


Derriba los mitos con Poliglota

La mejor forma de descubrir qué tan cierto es algo es viviéndolo, por eso, en lugar de leer sobre aprender idiomas, quizá sea mejor empezar a hacerlo.

Y para ello, los cursos de Poliglota pueden ser una muy buena opción, ya que aprendes de manera práctica y natural en grupos de hasta seis personas.

La idea de esto es que aprendas conversando con la ayuda de un coach especialista en social learning, que se encarga de guiar a cada uno de los estudiantes a través de dinámicas que fomenten su participación y uso del idioma.

Así no solo logras entender cómo funciona el idioma a nivel gramatical, sino que también cómo se usa en la vida real, y en el camino pierdes el miedo a hablarlo.

Si ya tomaste la decisión de aprender en Poliglota, te invitamos a conocer nuestros planes, o a enviarnos un mensaje si te queda cualquier duda ¡Te esperamos! 👋