PoliLectores, el día de hoy quiero contarles sobre el fascinante origen del idioma francés. Una historia que combina conquistas y varias culturas.

Todo comenzó en la antigua Galia, región que existió de la Europa Occidental que actualmente está formada por Francia, Bélgica, el oeste de Suiza, el norte de Italia y zonas de Alemania y los Países Bajos, donde habitaron los muy conocidos Celtas y sus lenguas que llevan el mismo nombre. Pero en el siglo V, los romanos llegaron y trajeron el latín, que se convirtió en la lengua dominante. Con el tiempo, ese latín evolucionó y se mezcló con las lenguas celtas y otras influencias, dando vida al antiguo francés.

A medida que pasaron los siglos, especialmente durante la Edad Media, el francés comenzó a tomar forma. En el siglo IX, se empezó a usar el "francés antiguo" en documentos oficiales y literarios. Ya en el siglo XIII, el francés se consolidó como la lengua de la corte, gracias a su uso en la literatura y la poesía. Escritores como François Villon y Christine de Pizan comenzaron a popularizar el idioma, convirtiéndolo en una herramienta de expresión cultural.

Pero la historia del francés no se detuvo ahí. Durante el Renacimiento, el idioma se enriqueció aún más, adoptando vocabulario del italiano, el latín y el griego. Este período marcó el comienzo del francés moderno, que hoy conocemos.

La Necesidad del Francés

Hoy, el francés es uno de los idiomas más hablados del mundo, y es oficial en numerosos países y organizaciones internacionales. Dominar el francés no solo te permite viajar y disfrutar de la cultura francófona, sino que también es una habilidad altamente valorada en el ámbito laboral. Muchas empresas buscan profesionales que puedan comunicarse en francés, especialmente en campos como la diplomacia, el comercio y la educación.

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